Blog - Hoy menos bótox y más votos


Llegó el día de votar, hoy cada ciudadano podrá reconocer y expresar libremente lo que está bien y lo que debe cambiar. El voto es una responsabilidad que con madurez cívica, conciencia y compromiso debemos ejercer.

Somos muy afortunados de tener este derecho y poder elegir de forma transparente a nuestros gobernantes, en países muy cercanos al nuestro no existe esa posibilidad, o se llevan a cabo procesos tan amañados que representan un insulto a la democracia.

Ciertamente, la gran mayoría de personas estamos cansados y desesperanzados de cómo los políticos nos prometen y no nos cumplen, incapaces de ser honestos, de decir la verdad, de ser transparentes con sus acciones, y muy bien inclinados a satisfacer sus propias necesidades a expensas del bien común.

Esa indiferencia, casi apocalíptica de nuestros políticos con los valores y principios más elementales del servicio público y con absoluta carencia del más mínimo sentido común en sus actos han llevado no solo a una desconfianza muy grande de nuestra clase política, sino también a que prevalezca un estancamiento y deterioro significativo en los derechos más básicos de cualquier ciudadano, como son la seguridad, la salud, el empleo y la educación.

Sobran razones para estar frustrados de los políticos y decidir no ir a votar. Pero esa no es la vía para resolver el problema. La apatía nunca debe ser el vehículo para sacar adelante un país y poder mejorar nuestro entorno común. La abstención no logra nada. Solo expresa desidia y falta de carácter ciudadano. Quejarnos y ser simples espectadores es fácil. Pero hay que tener coraje para tomar las riendas del futuro participando y votando.

Ahora bien, para votar es fundamental estar informado, y para ejercer este derecho es necesario hacerlo con responsabilidad y de manera razonada. Casi a diario vemos publicaciones en los medios de comunicación que revelan toda clase de abusos y hechos de corrupción dentro de la clase política. Pero lo más curioso es que esos mismos políticos son elegidos de nuevo. Si somos conscientes de la importancia de nuestro voto sabremos votar por candidatos en los que confiemos, en aquellos que estén mejor preparados y con las mejores propuestas o en los que al menos, veamos valores y principios que nos representen.

Llenar los espacios de representación en la Asamblea Legislativa y gobiernos locales con nuevos o viejos políticos es muy fácil, la clave es llenar esos puestos con los mejores ciudadanos. Tal como sucede con todos los sistemas, si metemos basura, obtendremos más basura.

Sabemos que, a una persona puede bastarle un poco de bótox o ácido hialurónico para verse bien por un tiempo. Pero el país necesita productos y acciones duraderas, debe estar realmente bien para verse bien. Hoy nuestra nación no necesita bótox, necesita votos, muchos votos por las mejores personas, por la gente honesta y competente, por los que pueden cambiarle la cara a El Salvador. Sea cual sea su decisión, no se quede en casa ¡vaya a votar!