Claramente casi a nadie, le gusta estar gordo o en mala forma. Pero, en la mayoría de tratamientos para la obesidad, el paciente se enfrenta al dilema del hambre, la fatiga, la irritabilidad, los antojos incontrolados, y se siente, muchas veces, desesperado, pues está perdiendo más agua, parte de la masa muscular y un poco de grasa estructural, para una vez terminada la dieta, recuperar el doble de peso.
Dr. Guillermo Galván Orlich
También hay que recordar que no todos perdemos peso de la misma forma, debido a que no todos los metabolismos son iguales. Así mismo, el aumento de peso en los seres humanos es provocado por causas multifactoriales, por ejemplo: afecciones o problemas de salud, trastornos hormonales, ingesta de medicamentos, factores emocionales como la ansiedad y el estrés, la falta de sueño, los genes o antecedentes familiares, entre otros factores. Independientemente de la causa, la principal forma para bajar esas libras que le sobran es hacer dieta, es decir, disminuir la ingesta de calorías que recibe nuestro organismo cuando comemos.
Ahora bien, ¿cuál es la mejor dieta que podemos hacer? Existen cientos de dietas, las cuales, cuando se hacen adecuadamente, casi siempre funcionan y se baja de peso. Pero ninguna dieta hasta ahora ha logrado poder perder una libra al día, de forma segura, como lo hace la dieta de la Cura Romana utilizando la HCG (Hormona Gonadotropina Corionica).
HCG es una hormona presente tanto en hombres como en mujeres. Es la hormona producida por las embarazadas en las primeras etapas del embarazo. La hormona llega a su pico más alto en las primeras semanas de gestación porque prevé que una mujer podría no saber que está embarazada y alimentarse de manera poco apropiada. Gracias a la HCG, el bebé tiene asegurado el sustento calórico para desarrollarse en sus primeras fases. Ese concepto es la base de la dieta HCG.
En las personas que no están embarazadas, las investigaciones indican que la administración de HCG aumenta el metabolismo y promueve la quema de grasas, debido a la estimulación o reseteo que hace a nivel del hipotálamo, el cual está directamente relacionado con el sobrepeso y la obesidad.
Estas son las principales ventajas y beneficios de la Cura Romana a diferencia de otras dietas:
La tolerancia al tratamiento es excelente. La pérdida de peso es segura y confortable para el paciente con supervisión médica constante.
Rápida pérdida de peso, con un promedio de media a una libra por día. Eso no lo hace ningún otro tipo de dieta.
Reduce los depósitos de grasa localizados, perdiendo rápidamente volumen en las áreas en las que comúnmente se acumula (abdomen, cintura, papada, espalda, piernas, brazos y cadera).
Se pierde solo grasa sin perder masa muscular, por lo que hace un efecto de modelado del contorno corporal. En otro tipo de dietas, se pierde grasa a expensas del músculo y por eso los pacientes terminan más delgados, pero con sus cuerpos flácidos.
Mejora el pronóstico para que el paciente no vuelva a subir de peso. Tiene la ventaja de que el tratamiento no tiene un efecto de rebote. Ayuda a las personas a modificar su relación con la alimentación y los malos hábitos alimentarios, dando como resultado un largo y fácil mantenimiento de la pérdida de peso.
Aumenta los niveles de energía, y el sueño resulta más reparador y de mejor calidad por la noche. Piel más firme, más juvenil y con mejor apariencia, reduciendo la aparición de celulitis. Según la OMS, cada año mueren, como mínimo, casi tres millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso, no sea usted parte de esas estadísticas y decídase a cambiar de inmediato toda esa grasa y malos hábitos, por una mejor salud en su vida.