"Cada día tenemos más personas obesas en el planeta".
Dr. José Guillermo Galván Orlich
En las últimas cuatro décadas, hemos pasado de vivir en un mundo donde el número de personas delgadas doblaba al de obesos, a un mundo donde hoy existen más obesos que personas delgadas. Los datos según en el Imperial College de Londres, en Reino Unido, apuntan que, en cuarenta años, la cifra mundial de obesos se incrementó de 105 millones de personas (en 1975) a 641 millones (en 2014).
Estas cifras alertan y alarman a los expertos en lo que es ya una epidemia mundial de obesidad, que tendrá consecuencias para la salud de magnitudes, hasta ahora, desconocidas. Un problema que sostienen debe gestionarse adoptando nuevas “políticas sociales y de alimentación”.
Dentro de las opciones para bajar de peso, existe un tratamiento creado para eliminar la grasa del cuerpo, con el cual se logra controlar la ingesta inadecuada de alimentos y la ansiedad de comer, logrando una reducción rápida y efectiva a corto plazo y sin efecto de rebote.
Este método se conoce como “Cura Romana”, el cual fue introducido hace más de sesenta años por el Dr. Simeons, un médico británico que trabajaba en Roma. Este antiguo tratamiento fue diseñado para bajar de peso con efectividad sin recuperarlo, como sucede con la mayoría de tratamientos para adelgazar. Consiste en la aplicación de una hormona llamada Gonadotropina Coriónica (HCG), también conocida como hormona del embarazo, que regula la ansiedad y la ingesta inadecuada de alimentos, la cual cuando es acompañada de una dieta baja en calorías produce una reducción de peso hasta de una libra al día.
Todo inició, cuando el Dr. Simeons se dio cuenta de que los llamados “niños gordos”, con distrofia adiposa genital, mejoraban su distribución de la grasa corporal cuando eran tratados con la (HCG). Se planteó la hipótesis que si a estos niños, además, se les administraba una dieta de muy bajas calorías, ellos podían bajar de peso consumiendo su propia grasa. Posteriormente, publicó en la revista científica The Lancet, una investigación con más de quinientos pacientes, que ha servido como base para los protocolos que se suministran actualmente para bajar de peso con la HCG.
El denominador común en los problemas de sobrepeso y la obesidad es que hay un metabolismo lento (se gana peso más rápido), hay siempre más hambre, se come sin hambre “alimentación emocional” y, finalmente, se almacena grasa en los sitios problema. En la mujeres, en caderas, muslos, glúteos, cintura, estómago y detrás de los brazos y, en el hombre, en pecho, espalda, cuello, cintura y estómago.
La “Cura Romana” toma en cuenta todo esto y produce una forma de reseteo del hipotálamo, estimulándolo para que funcione normalmente otra vez. Exceptuando a las pacientes en estado de embarazo y lactancia, no hay límites de sexo, y edad, y casi ninguna contraindicación para el uso de la (HCG) en el tratamiento de la obesidad. La tolerancia al tratamiento es excelente. La pérdida de peso es segura y confortable para el paciente, pero debe de seguir meticulosamente una dieta de bajas calorías.
Dependiendo principalmente de la cantidad de libras que la persona necesite bajar, y de sus hábitos, y, estilo de vida, existen programas de tratamiento de veinte días en los cuales se pueden perder hasta quince libras, o de cuarenta días, en el cual se logra una reducción de hasta treinta libras. En promedio cada persona puede reducir de media a una libra diariamente, sin pérdida de músculo, y sin volver a subir de peso, esto gracias a los beneficios que otorga la HCG y al programa de seguimiento y asistencia del paciente para ayudarlo a modificar su conducta alimenticia.
Si bien es cierto que existen cientos de dietas que funcionan para bajar de peso, ninguna hasta ahora logra perder hasta una libra al día de forma segura como lo hace la “Cura Romana”. Es hora de decirle adiós a la obesidad, no pierdas el tiempo para ponerte en forma y disfrutar todos sus beneficios para tu salud.